En otros artículos hemos explicado en qué consiste la Directiva sobre ecodiseño, y cómo ha afectado a los equipos de generación de calor y los acumuladores. Gracias a esta directiva, y a la ley de etiquetado energético ELD, deben cumplir con unos requisitos mínimos de eficiencia energética y contar con un etiquetado en base a su rendimiento. El objetivo de estas directivas responde a la necesidad de las instituciones europeas de reducir un 20% las emisiones de dióxido de carbono, e incrementar un 20% el uso de energías renovables y la eficiencia energética.

El concepto ‘ecodiseño’ es algo que, al margen de las normativas, empieza a ser tendencia en el diseño y producción de todo tipo de productos realizados por empresas consideradas a sí mismas sostenibles. Además de ser funcionales y estéticamente agradables, los productos realizados conforme a los principios de ecodiseño deben tener en cuenta su impacto ambiental.

Las autoras del libro ‘Ecodesign’, Silvia Barbero y Brunella Cozzo identificaron los criterios necesarios que se deben seguir a la hora de diseñar un producto sostenible:

Reducción de material

A la hora de diseñar un producto es preferible que las cantidades de materiales y energía sean mínimas. La reducción de materiales permite por una parte disminuir las emisiones de CO2 y por otra, proteger los recursos naturales de donde se extrae la materia prima.

Diseño por desmontaje

La vida de un producto tiene un principio y un final, por lo que en su última fase es preferible que pueda desmontarse de una manera sencilla para que pueda reciclarse de una manera rápida. Otra ventaja supone la identificación clara de los materiales que componen el objeto, de esta manera se favorece el uso cíclico de los productos.

Monomaterialidad

Cuando un diseñador crea un producto, si lo hace pensando en ecodiseño, generalmente usará materiales “bio”, es decir, productos tanto naturales como derivados de productos naturales. Otra ventaja de construir a base de un solo material es la facilidad que supone a la hora reciclarlo.

Durabilidad

Hemos comentado el fin de vida de un producto, pero ¿y si no tenemos que deshacernos de él? Un principio básico del ecodiseño es que su construcción permita una larga vida en su uso, así no tendrá que ser sustituido por otro producto que conlleva sus correspondientes emisiones.

Multifuncionalidad, reutilización y reciclaje

Parecen conceptos similares, sin embargo no lo son:

Cuando un producto es multifuncional implica que sin ninguna modificación puede ser útil para varias funciones, reduciendo las posibilidades de acabar con el ciclo de su vida en la basura.

Si un producto es reutilizable es aquel que puede volver a ser útil con unas modificaciones formales o estructurales.

Por último, un producto reciclable es aquel que, en función de los materiales de los que está compuesto, puede prolongar su vida útil.

Reducción dimensional

Cuando se transporta una cantidad elevada de un producto, el hecho de que su diseño haya previsto la reducción dimensional, permitirá que en el mismo espacio ocupe un mayor número de productos. Un claro ejemplo es el caso de una cadena de supermercados que decidió convertir las botellas de aceite de redondas a cuadradas. Este cambio ha supuesto un ahorro de 122 toneladas de emisiones de CO2 al eliminar el aire que estaban transportando en las partes ovaladas del envase.

Diseño de los servicios

El diseño de servicios implica la sustitución de un producto por un servicio. Un ejemplo de ello son los alquileres de bicicletas que están por toda la ciudad. La gente no tiene por qué tener una bici en posesión, puede hacer uso de ella como un servicio de desplazamiento. Esta fórmula sensibiliza al usuario, ya que utilizará el servicio de forma consciente y sostenible, sólo cuando sea necesario.

Uso de la tecnología

Las empresas fabricantes de tecnología, como por ejemplo los ordenadores, también trabajan en el ecodiseño de sus productos. Las medidas que pueden tomar a la hora de fabricar este tipo de dispositivos son:

• Eliminar sustancias tóxicas: El mercurio, por ejemplo, es una sustancia que suele usarse en las bombillas CCFL (lámparas fluorescentes de cátodos fríos) y el mercurio contenido en el cristal de las pantallas LCD. Una solución favorable es la utilización de tecnología LED y cristal sin arsénico.
• Conseguir el certificado de la EPEAT (herramienta de evaluación para productos electrónicos). Esta herramienta evalúa el impacto medioambiental de un producto en función de sus posibilidades de reciclaje, consumo energético, diseño y fabricación.

Disminución de las emisiones

Como hemos comentado, el ecodiseño conlleva la disminución de emisiones, también existe el denominado “diseño sistemático”, es decir, una planificación sistemática de diseño, una forma organizada para llevar a cabo la planificación. Se trata de un marco de fases, un patrón de procedimiento y un conjunto de convenciones para la identificación, evaluación y visualización de los elementos y áreas involucradas en la planificación de un diseño.

Ecopublicidad

La sostenibilidad es una cuestión que nos preocupa a todos, por eso introducirlo en mensajes publicitarios consigue transmitir el mensaje de una manera directa. También existen soportes publicitarios como lonas, cuya función es doble, por un lado la publicidad de un producto y por otro, la renovación del aire, absorbiendo el CO2 que se encuentra en el aire.

Sabías que…:

• Se estima que el 80% de los impactos ambientales de los productos se determinan durante la fase de diseño de los mismos
• Cuando encontramos un certificado de Ecodiseño de AENOR, demuestra que la organización ha adoptado un sistema de gestión para identificar, controlar y mejorar de manera continua los aspectos ambientales de sus productos y/o servicios facilitando información a sus clientes sobre los productos que han incorporado mejoras ambientales a través del diseño, de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 14006