Sin lugar a dudas, el gasto energético en invierno se multiplica. Aunque este gasto  depende en gran medida de que los sistemas de calefacción sean más o menos eficientes, conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones adicionales que pueden hacer que ahorremos mucho en la factura energética.

¡Estas recomendaciones son aplicables tanto si se dispone de sistemas de calefacción individual, como de sistemas de calefacción central!

 No subir la calefacción en exceso

A lo largo de los días invernales, a medida que cambian las horas también lo hace la temperatura. Durante el día, la temperatura exterior aumenta de manera gradual y vuelve a descender cuando anochece.

Como ya hemos comentado en otros artículos, el confort térmico depende de la sensación subjetiva de cada persona. No obstante, para adaptarse a los cambios de temperatura exterior, los expertos recomiendan ajustar los sistemas de calefacción a una temperatura de 19-21 grados centígrados durante el día. Por la noche,  mantener la temperatura interior entre 15-17 grados centígrados será suficiente.

 

Usar un sistema de regulación

En cualquier caso, es importante contar con un buen sistema de regulación, como por ejemplo un termostato, que adapte la temperatura de las diferentes zonas del edificio a las necesidades de sus ocupantes.

En las viviendas, por ejemplo, no se necesita alcanzar la misma temperatura en todas las estancias. La cocina, por ejemplo, dispone de sus propias fuentes de calor. Por lo general, en las habitaciones que se ocupan durante el día la temperatura deberá ser mayor que en las que se ocupan durante la noche, como los dormitorios.

 

No dejar encendida la calefacción todo el día

En contra de lo que muchas personas creen, no es necesario dejar encendida la calefacción cuando van a pasar largos periodos de tiempo fuera de casa.

Los expertos en eficiencia energética recomiendan que, en condiciones normales, cuando se va a permanecer en la vivienda, se debe encender la calefacción por la mañana, después de ventilar la casa, y apagar por la noche. Cerrar persianas y cortinas ayuda a mantener el calor acumulado durante el día en horario nocturno y será suficiente para poder dormir de manera confortable. En zonas excesivamente frías, se recomienda dejar la calefacción encendida a una temperatura no superior a 15-17 grados.

 

Realizar un mantenimiento adecuado

Dada la complejidad de los sistemas de calefacción, es necesario que la revisión y el mantenimiento de los mismos lo lleven a cabo profesionales técnicos especializados. En Remica contamos con una plantilla de profesionales con una gran experiencia en el sector, tanto en mantenimiento preventivo como correctivo.

El mantenimiento de los sistemas de calefacción no debe verse como un gasto, ya que se calcula que puede ahorrar hasta un 15% en la factura energética en el caso de las calderas individuales.

 

Purgar los radiadores

Al menos una vez al año, antes de que comience la temporada de calefacción conviene purgar los radiadores de la vivienda. Es decir, sacar el aire del interior de los radiadores para evitar que se dificulte la transmisión de calor al exterior.

Pero ¿cómo saber que un radiador se ha purgado correctamente? En el momento que deje de salir aire y empiece a salir agua, habrá terminado la purga.

 

No poner obstáculos a la transmisión de calor

¿Utilizas los radiadores para secar ropa? ¿Cubren las cortinas los radiadores? Entonces, es probable que estés derrochando energía, ya que de ese modo se dificulta la transmisión de aire caliente, por lo que necesitarás que la calefacción permanezca más tiempo encendida.

Medidas sencillas, como cerrar las persianas y cortinas por la noche evita importantes pérdidas de calor. Por el día, para ventilar, es suficiente tener las ventanas abiertas unos diez minutos ya que de ese modo se renueva el aire interior pero no se produce una pérdida de calor significativa.

 

Diferencias entre sistemas de calefacción central e individual

Las recomendaciones de este artículo se pueden aplicar tanto a sistemas de calefacción central como a sistemas de calefacción individual. La diferencia entre ambos tipos de instalaciones radica en que:

    • En un sistema de  calefacción central, la sala de calderas da servicio a varias viviendas, que pueden estar en un mismo bloque o en varios. Por ello, el periodo de encendido y apagado de la calefacción se decide entre los miembros de toda la comunidad de propietarios. Una gran ventaja de los sistemas de calefacción comunitaria es que suele ser más económicos que la suma del mantenimiento de calderas individuales. Uno de los factores que influyen en este ahorro es que, al consumir grandes volúmenes de combustible, las compañías comercializadoras suelen ofrecer precios especiales.
    • Por su parte, en los sistemas de calefacción individual cada vivienda tiene su propia caldera, por lo que el mantenimiento corre a cargo del propio usuario. Por ello, no es necesario pactar las horas de encendido y apagado con el resto de vecinos.

 

 ¿Sabías que…?

-Según la OCU, el agua caliente y la calefacción suponen las dos terceras partes del consumo de energía doméstico.

-Por cada grado extra de temperatura se incrementa el consumo de energía aproximadamente un 7%.

-Una temperatura cercana a los 20 grados centígrados es suficiente para mantener el confort. En el caso de estancias que se usen solo de noche, como dormitorios, la temperatura se puede rebajar entre 3 y 5 grados centígrados.

– Existen sistemas de control y regulación “domóticos” que permiten programar la temperatura de cada habitación a distancia, dan señal en caso de averías e, incluso, pueden integrar funciones de seguridad contra robo.

 

 

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