Gracias al autoconsumo eléctrico, cualquier persona o empresa puede instalar paneles solares fotovoltaicos (u otro sistema basado en energías renovables) para generar y consumir su propia electricidad.
Autoconsumo eléctrico ¿es posible?
Aunque la tecnología no es nueva, recientes cambios legislativos en la normativa de autoconsumo han facilitado los trámites para facilitar la implantación de este tipo de instalaciones.
Además, se reconoce el derecho a autoconsumir energía eléctrica renovable sin peajes ni cargos y permite que estos sistemas se instalen a nivel individual o de forma compartida (p.ej. comunidades de vecinos).
¿Cómo funciona?
Un sistema de autoconsumo se compone principalmente de:
- Una instalación de producción (paneles solares fotovoltaicos, generador minieólico…)
- Inversores
- Cables
- Conectores
- Baterías (opcional, se utiliza si se opta por la modalidad de autoconsumo sin excedentes)
Este sistema se conecta a la instalación eléctrica del edificio. De este modo, se utilizará la energía producida por la instalación de autoconsumo cuando esté generando electricidad y, cuando no lo haga, obtendrá energía de la red.
El usuario no notará ninguna diferencia en su día a día ya que siempre obtendrá la energía que necesita.
¿Cuáles son los beneficios del autoconsumo eléctrico?
Entre los principales beneficios de apostar por autoconsumo eléctrico destaca que:
- Supone un avance en la implantación de las energías renovables en nuestro país. A diferencia de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas…), las renovables se basan en recursos inagotables (sol, viento…) que no generan emisiones de gases de efecto invernadero al producir energía.
- Genera un mayor ahorro en la factura eléctrica para los consumidores. Una de las ventajas es que, al autoproducir su propia energía, los consumidores dependen menos de los cambios de precio de la tarifa eléctrica.
- Genera un ahorro para el sistema energético, ya que al producir energía en el propio edificio (o en un espacio cercano) se reducen las pérdidas por distribución, que habitualmente se producen por transportar la energía desde el punto de generación hasta el punto de consumo.
¿Qué es el autoconsumo “colectivo”?
Para poder beneficiarse del autoconsumo en una vivienda es necesario, en primer lugar, disponer de un espacio (tejado, cubiertas…).
Una de las ventajas de la nueva normativa es que permite que la instalación de autoconsumo no tenga que estar necesariamente conectada al edificio donde se va a autoconsumir, sino que puede ser una instalación próxima (por ejemplo, espacios o cubiertas cercanos a nuestro edificio).
Eso sí, las instalaciones deben cumplir alguna de estas condiciones:
- Encontrarse en la misma referencia catastral (hasta los 14 dígitos).
- Estar conectadas a la red de baja tensión del mismo centro de transformación.
- Estas conectadas a baja tensión a una distancia de hasta 500 m.
Rentabilidad: ¿Merecen la pena los ahorros que se consiguen?
Según explica el IDAE, un sistema de 3 kW puede cubrir la mayoría de las necesidades de iluminación y consumo eléctrico de un hogar de cuatro miembros y una superficie de setenta metros cuadrados.
Se estima que la inversión realizada se amortiza, con los ahorros energéticos logrados, en un periodo de entre seis y diez años (dependiendo de la potencia instalada y del uso que se realice de la energía).
Además, existen ayudas y beneficios fiscales que pueden variar de unas regiones a otras pero que, en general, ayudan a que se puedan implantar este tipo de instalaciones de autoconsumo.
Para más información, te recomendamos que leas la Guía para convertirse en autoconsumidor en 5 pasos del IDAE.
¿Qué pasos seguir para implantar una instalación de autoconsumo en mi empresa o vivienda?
Si te has decidido a apostar por el autoconsumo ¡enhorabuena! Seguro que notas pronto sus beneficios, siempre que la instalación se haga de manera adecuada.
Para ello, lo mejor es contactar con una empresa especializada, como Remica, que realice un estudio de tu edificio de viviendas o negocio y proponga la solución que más te compensa.
A partir de entonces, deberás pasar por las siguientes fases antes de tener operativa tu instalación:
- Realizar un estudio de viabilidad para saber qué tipo de instalación de autoconsumo es más factible, cuál sería su coste y cuántos ahorros energéticos produciría.
- Hacer los trámites administrativos necesarios (licencias de obras, autorizaciones administrativas…)
- Acometer las obras de instalación, teniendo en cuenta la normativa y la seguridad de las instalaciones.
- Inscribir la instalación en el registro de la comunidad autónoma y notificarlo a la distribuidora de electricidad.
En Remica estaremos contigo en cada paso, para ayudarte en cada una de estas fases.
¡Contacta con Remica y solicita presupuesto sin compromiso para tu instalación de autoconsumo! Telefóno: 91 396 03 03 o escríbenos a través de este formulario.
Fecha: 26 agosto 2019